Ha lo largo del rió nilo infinidad de poblaciones se asoman a sus aguas y en cuyas orillas un tronco o una roca para atar las barcas se convierte en un puerto de pesca, en esta ocasión un pescador revisando sus redes y aparejos.
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Muy BONITa Leonardo, enhorabuena, un saludo.
ResponderEliminarThis is so beautiful, Leonardo. I saw it, and felt so calm and serene. Thank you!
ResponderEliminarJose Sánchez, Studio at the Farm, gracias por vuestros comentarios. Saludos.
ResponderEliminarhai reso bene l'atmosfera che avvolge quel pescatore nel silenzio del fiume... un sorriso da luisa
ResponderEliminarGracias por tu comentario Maria Luisa. Saludos.
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